El 9 de enero de 2025, la misión BepiColombo, desarrollada por la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA), realizó con éxito su sexto y último sobrevuelo de Mercurio. Este hito clave en la misión ha permitido reducir la velocidad de la sonda y ajustar su trayectoria, preparando el camino para su inserción orbital prevista para noviembre de 2026.
El paso cercano a tan solo 198 km de la superficie de Mercurio ofreció una oportunidad única para recopilar datos científicos. Durante este sobrevuelo, la mayoría de los instrumentos de los dos orbitadores de la misión, el Mercury Planetary Orbiter (MPO) de la ESA y el Mercury Magnetospheric Orbiter (MMO o Mio) de la JAXA, estuvieron en funcionamiento, recogiendo información clave sobre la composición de la superficie, la magnetosfera y el entorno del planeta.

De los 11 instrumentos científicos del MPO, ocho fueron activados durante el sobrevuelo. Por su parte, cuatro de los cinco instrumentos del MMO también estuvieron en operación, lo que permitió recopilar datos del entorno magnético de Mercurio y su interacción con el viento solar. Además, dos de las cámaras del Mercury Transfer Module (MTM) estuvieron capturando imágenes del planeta, que en los próximos días serán procesadas y publicadas.
Un ajuste necesario tras problemas técnicos
Desde su lanzamiento en octubre de 2018, BepiColombo ha llevado a cabo una serie de maniobras gravitatorias para llegar a Mercurio. El viaje ha incluido una asistencia gravitacional de la Tierra, dos de Venus y seis del propio Mercurio. Estas maniobras han permitido que la sonda reduzca su velocidad gradualmente, evitando ser atrapada por la intensa atracción gravitatoria del Sol.

Los planes originales de la misión contemplaban que BepiColombo alcanzara la órbita de Mercurio en diciembre de 2025. Sin embargo, en mayo de 2024 la ESA detectó que los motores del módulo de transferencia (MTM) no estaban entregando toda la potencia prevista, lo que afectó la trayectoria inicial. Después de meses de análisis, en septiembre de 2024 la ESA anunció que se había diseñado una nueva ruta que permitiría a la sonda alcanzar la órbita en noviembre de 2026, ajustando las maniobras en los tres sobrevuelos finales de Mercurio.
Cuando finalmente entre en órbita, BepiColombo desplegará sus dos orbitadores independientes para llevar a cabo su misión principal:
- El Mercury Planetary Orbiter (MPO), construido por la ESA, investigará la composición, morfología y topografía de la superficie, además de estudiar el interior del planeta.
- El Mercury Magnetospheric Orbiter (MMO o Mio), construido por la JAXA, analizará la magnetosfera de Mercurio y su interacción con el viento solar.
Ambos módulos trabajarán en conjunto para ofrecer una visión completa de este enigmático planeta, arrojando luz sobre su formación, evolución y dinámica.

Los secretos que BepiColombo busca desvelar
Mercurio, el planeta más cercano al Sol, es un lugar lleno de misterios. Con un núcleo de hierro desproporcionadamente grande, un campo magnético sorprendentemente activo y una superficie cubierta de cráteres y llanuras volcánicas, Mercurio plantea preguntas fundamentales sobre la formación de los planetas rocosos.
Entre los principales objetivos de BepiColombo destacan:
- Determinar la estructura y composición interna de Mercurio, en particular su núcleo.
- Investigar la historia geológica del planeta, incluida su actividad volcánica y tectónica.
- Comprender su tenue exosfera y su interacción con el viento solar.
- Analizar su campo magnético, el cual es único entre los planetas rocosos del sistema solar, excepto la Tierra.
Fuentes y más información:
- Agencia Espacial Europea (ESA) – Misión BepiColombo: https://www.esa.int
- Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA): https://www.jaxa.jp
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