OSIRIS-APEX ajusta su rumbo hacia el asteroide Apofis tras un sobrevuelo cercano de la Tierra

La misión OSIRIS-APEX de la NASA ha completado un sobrevuelo de la Tierra que permitirá ajustar su trayectoria para llegar al asteroide Apofis en abril de 2029. La maniobra se ejecutó el 23 de septiembre de 2025, cuando la nave pasó a una distancia mínima de 3.438 kilómetros sobre el océano Atlántico. El encuentro proporcionó la energía necesaria para modificar la inclinación orbital en unos 18 grados, un cambio que sería inviable mediante propulsión convencional sin un coste elevado en combustible.

Superficie e instrumentos de OSIRIS-APEX con la Tierra parcialmente iluminada al fondo
La cámara MapCam obtuvo esta composición en color nueve horas después del máximo acercamiento durante el sobrevuelo del 23 de septiembre de 2025, con Australia en el hemisferio sur. Créditos: NASA/Goddard/Univ. Arizona

El paso cercano permitió también obtener un conjunto extenso de imágenes y datos destinados a verificar el estado de los instrumentos científicos tras seis años de operaciones en el espacio profundo. Aunque el sobrevuelo se realizó a finales del mes de septiembre, los datos han sido publicados recientemente. La antigua OSIRIS-REx, ahora adaptada para estudiar Apofis, continúa así una misión prolongada que se inició con el retorno de muestras del asteroide Bennu en 2023.

Las cámaras de la suite OCAMS, desarrollada por la Universidad de Arizona, realizaron varias secuencias de calibración. La cámara MapCam produjo una composición en color tomada nueve horas después del máximo acercamiento, donde Australia aparece en el hemisferio iluminado. La imagen se captó desde unos 228.000 kilómetros de distancia y servirá como referencia para operaciones fotométricas durante la aproximación a Apofis.

Vista global de la Tierra desde unos 228.000 kilómetros de distancia, con Australia visible en el hemisferio sur
Composición en color de la Tierra tomada por la cámara MapCam unas nueve horas después del máximo acercamiento, con Australia en el hemisferio sur. Créditos: NASA/Goddard/Univ. Arizona

StowCam registró un vídeo de 424 fotogramas destinado a monitorizar el entorno de la nave mientras la Tierra se desplazaba por el fondo de la secuencia. En el borde del campo de visión se aprecia parte de Sudamérica. Otra imagen combinó la Tierra y la Luna desde 596.000 kilómetros, junto con un reflejo de la estructura de la nave que ilustra la geometría del sistema óptico.

El altímetro láser OLA de la Agencia Espacial Canadiense fue verificado utilizando la superficie terrestre como objetivo de calibración. Este instrumento jugará un papel esencial en la caracterización geométrica de Apofis durante las fases de descenso y mapeo.

La maniobra incrementó la velocidad de OSIRIS-APEX en órbita solar en aproximadamente 5 kilómetros por segundo. Este aumento de energía orbital permite alinear la trayectoria con la órbita de Apofis sin recargar los sistemas de propulsión. Aunque la nave ya había realizado varias correcciones durante su crucero, el sobrevuelo terrestre aporta el cambio de plano y el impulso necesarios para continuar hacia el objetivo.

Tierra y Luna observadas por OSIRIS-APEX desde 596.000 kilómetros
Composición generada a partir de dos exposiciones de StowCam que muestran la Luna a la izquierda y la Tierra a la derecha durante la fase de salida del sobrevuelo del 24 de septiembre de 2025. Créditos: NASA/Goddard/University of Arizona/Lockheed Martin

El plan de vuelo prevé dos nuevas asistencias gravitatorias en 2027 y 2029. Estos encuentros situarán a OSIRIS-APEX en una posición óptima para entrar en operaciones alrededor de Apofis poco después de su aproximación extrema a la Tierra, que será de unos 32.000 kilómetros. Ese paso de Apofis en las cercanías de nuestro planeta modificará de manera medible la dinámica del asteroide, lo que convierte la misión en una oportunidad única para estudiar en tiempo real cómo responde la superficie de un objeto cercano a la perturbación gravitatoria terrestre.

Apofis es un asteroide de unos 370 metros de diámetro clasificado como objeto potencialmente peligroso. Su aproximación de 2029 permitirá observar cambios en su rotación, estabilidad superficial y distribución del regolito. OSIRIS-APEX cartografiará su morfología, tomará imágenes de alta resolución y estudiará la composición mineralógica. El análisis de su estructura interna apoyará modelos de evolución de los asteroides cercanos y ayudará a evaluar estrategias de mitigación ante posibles riesgos de impacto.

La misión está gestionada desde el Goddard Space Flight Center de la NASA. La Universidad de Arizona lidera el equipo científico y Lockheed Martin se encarga de las operaciones de vuelo. Todos los sistemas funcionan de manera nominal tras la maniobra de septiembre, lo que confirma la fiabilidad técnica de la nave en esta fase prolongada del viaje.

China inicia su cuarta misión interplanetaria: Tianwen-2 parte rumbo a Kamoʻoalewa

Con el lanzamiento de Tianwen-2 el 29 de mayo de 2025, China ha iniciado su cuarta misión interplanetaria tras Yinghuo-1, Chang’e 2 y Tianwen-1. Esta nueva misión buscará obtener muestras del asteroide 469219 Kamoʻoalewa y, posteriormente, estudiar en detalle el cometa 311P/Elst-Pizarro. Se trata de un proyecto ambicioso que no solo permitirá el retorno de material primitivo del sistema solar a la Tierra, sino también la exploración prolongada de un objeto híbrido entre asteroide y cometa en el cinturón principal.

El lanzamiento tuvo lugar a las 1:31 (hora local) desde el centro espacial de Xichang, mediante un cohete Larga Marcha 3B. Tras 18 minutos de vuelo, la nave fue colocada en una órbita de transferencia hacia su primer destino. La sonda desplegó sin incidentes sus paneles solares y la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) confirmó el éxito de la inserción orbital.
Tianwen-2 está equipada con 11 instrumentos científicos. Entre ellos destacan cámaras ópticas de alta resolución, espectrómetros en el visible, infrarrojo y térmico, un radar para análisis subsuperficial, un magnetómetro, detectores de partículas cargadas y neutras, y analizadores de polvo. Uno de estos instrumentos, el detector de polvo DIANA, ha sido desarrollado en colaboración con centros europeos como el INAF, el CNR y el Politécnico de Milán.

El objetivo principal inicial de la misión es el asteroide cercano a la Tierra 469219 Kamoʻoalewa (2016 HO3), un objeto de apenas 40 m de diámetro que orbita de forma cuasi-estable en resonancia con la Tierra. Su naturaleza exacta es desconocida: se ha planteado que podría tratarse de un fragmento eyectado desde la Luna. Tianwen-2 lo alcanzará en torno a julio de 2026 y lo estudiará durante varios meses antes de proceder a recolectar entre 200 g y 1 kg de muestras de su superficie.
Para la recogida de material, la sonda utilizará una combinación de maniobras de contacto directo tipo touch and go y técnicas de anclaje asistido mediante brazos mecánicos. Estas configuraciones fueron previamente utilizadas con éxito por misiones como Hayabusa 2 y OSIRIS-REx. La elección de la técnica dependerá de la textura y cohesión del regolito del asteroide.

Tras el muestreo, la nave regresará a las inmediaciones terrestres en 2027 y liberará una cápsula de reentrada con el material recolectado, que descenderá a través de la atmósfera a 12,1 km/s y será capturada con ayuda de un helicóptero para evitar contaminación. Completada esta fase, Tianwen-2 continuará su viaje hacia el cometa 311P/Elst-Pizarro, ubicado entre Marte y Júpiter.

El cometa 311P es un cuerpo del cinturón principal que presenta actividad cometaria esporádica, por lo que es de gran interés como objeto transicional entre asteroides y cometas. Su órbita se extiende entre 1,94 y 2,44 UA del Sol. La llegada está prevista para 2031-2032, cuando Tianwen-2 se situará en órbita alrededor del núcleo del cometa para una misión científica de al menos un año.
El estudio de 311P incluirá mapeo de su superficie, análisis espectroscópico, observaciones de actividad cometaria y evaluación de su estructura interna. Esta será la primera vez que una misión china explore un cuerpo tan lejano y prolongado en el tiempo, acumulando experiencia clave en navegación de baja gravedad, diseño orbital y tecnologías autónomas de muestreo.

El programa Tianwen forma parte de una hoja de ruta a largo plazo para la exploración interplanetaria china que incluye misiones a Marte para traer muestras (Tianwen-3), la exploración del sistema joviano (Tianwen-4), y misiones futuras hacia Venus, Neptuno y el espacio interestelar.

Un nuevo retrato del sistema solar: Lucy visita Donaldjohanson

El pasado 20 de abril la sonda Lucy de la NASA realizó un sobrevuelo a 960 km de distancia del asteroide (52246) Donaldjohanson, un cuerpo del cinturón principal situado entre las órbitas de Marte y Júpiter. Tenemos por tanto un nuevo retrato en la creciente galería de mundos menores visitados por exploradores robóticos y marca otro paso significativo en el desarrollo operativo de la misión Lucy, cuyo objetivo principal es estudiar los asteroides troyanos de Júpiter a partir de 2027.

Durante el sobrevuelo, Lucy pasó a una velocidad relativa de 13,4 km/s y registró imágenes y datos con sus tres instrumentos científicos principales: la cámara L’LORRI (Long Range Reconnaissance Imager), el espectrómetro infrarrojo térmico L’TES y el conjunto de generador de imágenes en color y espectrómetro L’Ralph. Las imágenes iniciales fueron tomadas a unos 1.100 km de distancia, aproximadamente 40 segundos antes del punto de máxima aproximación, debido a restricciones de orientación para evitar el deslumbramiento solar. La secuencia de observación fue totalmente autónoma, ya que las señales de radio tardan más de 12 minutos en llegar a la Tierra, lo que imposibilita el control interactivo.

Las primeras imágenes revelan un objeto de forma elongada, con una estructura de contacto binario: dos lóbulos de tamaño desigual unidos por una estrecha garganta. Esta configuración recuerda a la de asteroides como Itokawa o Toutatis, aunque en este caso los lóbulos parecen ser estructuras sólidas y no una amalgama de escombros. Donaldjohanson presenta varios cráteres de gran tamaño y afloramientos rocosos, indicadores de un pasado geológicamente activo. Su forma, que algunos han descrito como parecida a un par de conos de helado enfrentados, es resultado de una colisión que fragmentó el asteroide 163 Erígone hace unos 150 millones de años, dando origen a este fragmento más joven.

Los datos aún están en proceso de descarga y se espera que tarden una semana en completarse. Los equipos científicos realizarán un análisis detallado de la estructura superficial, la composición mineral y las propiedades térmicas del asteroide. Este segundo sobrevuelo de la misión —tras el de Dinkinesh en noviembre de 2023— ha sido considerado como un ensayo técnico completo, diferente del anterior, que sirvió principalmente como prueba de los sistemas de navegación autónoma.

El asteroide Donaldjohanson fue descubierto el 2 de marzo de 1981 por Schelte Bus y recibió su nombre en 2015 en honor al paleoantropólogo Donald Johanson, descubridor del fósil homínido conocido como Lucy, cuyo nombre también fue adoptado para la misión. De este modo, el asteroide se integra simbólicamente en el recorrido de una sonda destinada a esclarecer los orígenes del Sistema Solar de la misma forma que su homónimo fósil aportó claves sobre los orígenes de la humanidad.

Lucy fue lanzada el 16 de octubre de 2021 y ha empleado dos asistencias gravitatorias terrestres para modificar su órbita en dirección a los troyanos de Júpiter. Antes de llegar a ellos, el diseño de la misión permitió incorporar estos encuentros con asteroides del cinturón principal, sirviendo tanto para calibrar los instrumentos como para entrenar al equipo en secuencias complejas de sobrevuelo. El primer encuentro con Dinkinesh reveló un asteroide doble, compuesto por un cuerpo principal de 719 metros y una luna binaria llamada Selam, compuesta de dos cuerpos de similar tamaño de aproximadamente 210 y 230 metros.

Los próximos objetivos de Lucy serán los asteroides troyanos del punto de Lagrange L4 del sistema Júpiter-Sol: 3548 Eurybates y su satélite Queta (12 de agosto de 2027), seguido por 15094 Polymele y su satélite (15 de septiembre de 2027), 11351 Leucus (18 de abril de 2028) y 21900 Orus (11 de noviembre de 2028). Posteriormente, tras un nuevo paso por las cercanías de la Tierra, Lucy se dirigirá al punto L5 para sobrevolar el sistema binario 617 Patroclus–Menoetius el 2 de marzo de 2033. Si al finalizar la misión primaria los sistemas de a bordo siguen operativos y queda suficiente combustible, se evaluará la posibilidad de extender la misión hacia otros cuerpos del Sistema Solar exterior.

Representación a escala de la nave espacial Lucy junto a una figura humana
Representación a escala de la sonda Lucy de la NASA junto a una figura humana para visualizar su tamaño real. Esta nave fue diseñada para estudiar los asteroides troyanos de Júpiter durante una misión de 12 años.

Aunque Donaldjohanson no formaba parte del catálogo original de objetivos científicos, su sobrevuelo constituye un hito al tratarse de un fragmento relativamente joven del cinturón principal, un entorno habitualmente dominado por cuerpos más antiguos y evolucionados. El análisis del material de su superficie podría ofrecer pistas sobre la distribución de los componentes primordiales que dieron forma a los planetas rocosos. Al integrar este nuevo retrato en la familia de cuerpos explorados, Lucy amplía no solo nuestra comprensión de los asteroides, sino también de los procesos dinámicos que estructuran el Sistema Solar desde sus primeras etapas.

Siguientes objetivos de la misión Lucy:

Asteroide Fecha prevista de sobrevuelo Particularidad
3548 Eurybates 12 agosto 2027 Asteroide troyano con satélite (Queta)
15094 Polymele 15 septiembre 2027 Asteroide troyano con satélite
11351 Leucus 18 abril 2028 Asteroide troyano del grupo L4
21900 Orus 11 noviembre 2028 Asteroide troyano del grupo L4
617 Patroclus–Menoetius 2 marzo 2033 Sistema binario del grupo L5

Más información:

Didymos a la vista, la misión DART de la NASA ya observa su objetivo

La nave espacial DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA acaba de echar un primer vistazo a Didymos, el sistema de asteroides doble que incluye su objetivo, Dimorphos. El próximo 26 de septiembre, DART se estrellará intencionadamente contra Dimorphos, una miniluna asteroide de Didymos. Aunque el asteroide no supone ninguna amenaza para la Tierra, se trata de la primera prueba mundial de la técnica de impacto cinético, que consiste en utilizar una nave espacial para desviar un asteroide con fines de defensa planetaria.

Desde la distancia que se encuentra DART de su objetivo, a unos 32 millones de kilómetros, el sistema Didymos es todavía muy débil, y el equipo encargado de las cámaras de navegación no estaban seguros de que el instrumento DRACO (Didymos Reconnaissance and Asteroid Camera for OpNav) fuera capaz de detectar el asteroide tan pronto.

Apilado de imágenes obtenidas por la cámara DRACO de la nave espacial DART. Créditos: NASA

El diámetro de Dimorphos es de apenas 780 metros y tan solo 180 metros el de Didymos, objetivo de la misión. Una vez que se combinaron las 243 imágenes que DRACO tomó durante esta secuencia de observación, el equipo pudo mejorarla para revelar a Didymos y precisar su ubicación. La cámara de navegación DRACO tiene una óptica de 24,8 cm de diámetro y su diseño está basado en el de la cámara LORRI de la sonda New Horizons.

Diagrama con la trayectoria de la nave DART y el cambio de órbita de Dimorphos respecto a Didymos tras el impacto. Créditos: NASA

Aunque el equipo de la misión ya ha realizado una serie de simulaciones de navegación utilizando imágenes de Didymos que no son de DRACO, la nave DART dependerá en última instancia de su capacidad para ver y procesar imágenes de Didymos y Dimorphos, y así poder guiar la nave espacial hacia el asteroide, especialmente en las últimas cuatro horas antes del impacto. En ese momento, DART tendrá que auto-navegar para impactar con éxito con Dimorphos de manera automática, sin posibilidad de corrección de la trayectoria por el equipo de la misión.

Recreación artística de DART, LICIACube en ruta a Dimorphos y Didymos

A partir de ahora y tomando de referencia las observaciones realizadas por la sonda cada cinco horas, el equipo del DART ejecutará tres maniobras de corrección de la trayectoria durante las próximas tres semanas, cada una de las cuales reducirá aún más el margen de error de la trayectoria requerida por la nave para el impacto. Tras la última maniobra, el 25 de septiembre, aproximadamente 24 horas antes del impacto, el equipo de navegación conocerá la posición del objetivo Dimorphos con una precisión de 2 kilómetros. A partir de ahí, DART se encargará de guiarse de forma autónoma hasta su colisión con el asteroide lunar. Acoplado a DART también viaja el pequeño satélite italiano LICIACube para filmar el impacto. Se desplegará días antes para documentar el momento del impacto y sus consecuencias gracias a sus dos cámaras apodadas Luke y Leia.

La misión, una de las más económicas de la agencia norteamericana, mostrará cuanto de eficaz puede ser este sistema de desvío de asteroides potencialmente peligrosos que amenacen con impactar en nuestro planeta. Se la cantidad de restos del asteroide que serán eyectados al espacio tras el impacto. A mayor masa de restos mayor desviación conseguirá del objetivo. Muy pronto saldremos de dudas.

Nuevo objetivo para la misión Lucy: descubierta una luna alrededor del asteroide troyano Polymele

Todavía no ha llegado a su primer objetivo y el equipo de la misión Lucy de la NASA está de enhorabuena de nuevo. Han descubierto la primera luna alrededor del asteroide troyano Polymele, al que sobrevolará si todo va bien, en el año 2027.

Recreación artística del asteroide troyano Polymele. Créditos: NASA’s Goddard Space Flight Center

La sonda Lucy de la NASA es la primera sonda enviada a estudiar el origen y composición de los asteroides troyanos, una población de cuerpos muy numerosa, situados en los puntos de Lagrange L4 y L5 de la órbita de Júpiter.

El pasado 27 de marzo, el equipo científico de la misión Lucy descubrió que el más pequeño de los asteroides troyanos de la misión, Polymele, tiene un satélite propio. Ese día, se esperaba que Polymele pasara por delante de una estrella, lo que permitió al equipo observar el parpadeo y débil ocultamiento. Distribuyendo 26 equipos de astrónomos profesionales y aficionados a lo largo de la trayectoria en la que sería visible la ocultación, el equipo de Lucy planeó medir la ubicación, el tamaño y la forma de Polymele con una precisión sin precedentes mientras se perfilaba por la estrella que tenía detrás. Estas campañas de ocultación suelen tener bastante éxito, en este caso proporcionando una valiosa información a la misión sobre sus objetivos, pero en este día tendría un plus especial. Dos de los equipos de observación detectaron un pequeño objeto a 200km del asteroide.

Distancia entre el asteroide trojano Polymere y su nueva luna. Créditos: NASA’s Goddard Space Flight Center

Utilizando los datos de ocultación, el equipo estimó el tamaño de la luna en aproximadamente 5 km de diámetro y orbita alrededor de Polymele, que a su vez tiene unos 27 km a lo largo de su eje más ancho. La distancia observada entre ambos cuerpos es de 200 km. Hasta que no se pueda determinar su órbita no recibirá nombre oficial.

Como el satélite está demasiado cerca de Polymele para ser visto con claridad por los telescopios terrestres o en órbita terrestre, tendrán que esperar hasta que el equipo tenga suerte con futuros intentos de ocultación o hasta que Lucy se acerque al asteroide en 2027. De forma provisional el equipo lo ha querido apodar «Shaun». En el momento de la observación, Polymele estaba a 770 millones de kilómetros de la Tierra.

Datos de la ocultación estelar por parte del asteroide Polymere y su nueva luna recién descubierta. Créditos: NASA’s Goddard Space Flight Center

Los asteroides contienen pistas vitales para descifrar la historia del sistema solar. El equipo de Lucy había planeado originalmente visitar un asteroide del cinturón principal y seis asteroides troyanos, una población de asteroides hasta ahora inexplorada que guía y sigue a Júpiter en su órbita alrededor del Sol, en los puntos de Lagrange. En enero de 2021, el equipo utilizó el telescopio espacial Hubble para descubrir que uno de los asteroides troyanos, Eurybates, tiene también una pequeña luna.

Ahora, con este nuevo satélite recién descubierto, la sonda Lucy de la NASA está en camino de visitar ya no siete, sino nueve asteroides en este increíble viaje de 12 años que comenzó con el lanzamiento de la sonda el el 16 de octubre de 2021. Para cuando acabe su misión en el año 2033, habrá visitado 9 asteroides en 6 órbitas independientes alrededor del Sol y sus días acabarán viajando entre los asteroides troyanos y la órbita de la Tierra durante cientos de miles de años.