Lanzamiento y acoplamiento exitoso de la Crew-11 en la Estación Espacial Internacional

El pasado viernes 1 de agosto de 2025 despegó desde la rampa 39A del Centro Espacial Kennedy la misión Crew-11, undécima rotación de astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI) dentro del programa Commercial Crew de la NASA. El lanzamiento, a cargo de SpaceX, se realizó con un cohete Falcon 9 Block 5 y la cápsula tripulada Crew Dragon Endeavour, que emprendieron su viaje tras un primer intento cancelado por condiciones meteorológicas el día anterior. Tras la separación de etapas, el propulsor B1094 realizó su tercer aterrizaje exitoso sobre la zona LZ-1 en Florida, y la nave tripulada continuó su trayecto autónomo en órbita baja terrestre. El acoplamiento a la EEI se completó el 2 de agosto, en el puerto cenital del módulo Harmony. Está previsto que Crew-11 permanezca en la estación durante unos ocho o nueve meses como parte de las expediciones 73 y 74, con el regreso programado para abril de 2026. Con este lanzamiento, la cápsula Endeavour realiza su sexto vuelo al espacio desde su debut en la misión Demo-2 en 2020. Como es tradición, su nombre fue elegido por sus primeros ocupantes en homenaje al transbordador espacial Endeavour.

La misión Crew-11 está compuesta por Zena Cardman, comandante de la misión, es bióloga marina y fue seleccionada como astronauta por NASA en 2017. Ha trabajado en ambientes extremos como el Ártico y respiraderos hidrotermales, así como en simulaciones de exploración planetaria en Hawái, Idaho y el Ártico canadiense. Aunque esta es su primera misión al espacio, fue previamente asignada a Crew-9 antes de ser reasignada a Crew-11 en marzo de 2025. Michael Fincke, piloto de la misión, es un veterano astronauta de la NASA con tres vuelos espaciales anteriores y más de 381 días acumulados en órbita. Voló en las expediciones 9 y 18 a bordo de la Soyuz, y en el vuelo STS-134 del transbordador Endeavour en 2011. Su experiencia como piloto de pruebas en la Fuerza Aérea de EE.UU. y su implicación en el desarrollo de las cápsulas Crew Dragon y Starliner lo convierten en uno de los astronautas más experimentados del programa.

Kimiya Yui, astronauta de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), realiza su segundo vuelo al espacio. Ya participó en la misión Soyuz TMA-17M en 2015, y ha servido como piloto de combate, jefe del cuerpo de astronautas de JAXA y miembro de la misión submarina NEEMO-16. Finalmente, Oleg Platonov, cosmonauta de Roscosmos, realiza su primer viaje espacial. Nacido en Cheliábinsk, Rusia, se formó como piloto militar y fue seleccionado como cosmonauta en 2018. Su experiencia como comandante de unidad aérea aporta una sólida base técnica a la misión.

Una vez acoplados a la estación, los miembros de Crew-11 fueron recibidos por la actual tripulación de la Expedición 73, compuesta por integrantes de las misiones Crew-10 y Soyuz MS-27. Tras su adaptación al entorno orbital, los nuevos residentes de la EEI participarán en numerosos experimentos científicos. Se investigará el comportamiento de células madre humanas, la división celular vegetal en microgravedad, estrategias de protección ocular, simulaciones de aterrizajes lunares y el efecto de virus bacteriófagos en ausencia de gravedad. Además, contribuirán al mantenimiento de la estación y a la recepción de nuevos cargueros y tripulaciones, como la prevista misión Soyuz MS-28 en noviembre de 2025.

NASA lanza TRACERS para estudiar la conexión entre el Sol y la magnetosfera terrestre

La misión TRACERS de la NASA ya está en órbita: un nuevo paso para comprender la interacción entre el Sol y la Tierra

Con el reciente lanzamiento de la misión TRACERS, la NASA ha dado un nuevo impulso al estudio de las complejas relaciones que rigen la interacción entre la actividad solar y la magnetosfera terrestre. Esta misión, cuyo nombre completo es Tandem Reconnection and Cusp Electrodynamics Reconnaissance Satellites, se compone de dos satélites idénticos que operarán en tándem en una órbita polar baja terrestre. Su objetivo principal es analizar las regiones de la magnetosfera donde se produce la reconexión magnética, un fenómeno clave en el acoplamiento entre el viento solar y la atmósfera superior de la Tierra.

Lanzada desde la costa este de Estados Unidos el pasado 23 de julio a bordo de un Falcon 9 de SpaceX, TRACERS forma parte del programa de exploración heliosférica de la NASA. Ha sido gestionada por el Southwest Research Institute (SwRI), en colaboración con varias universidades estadounidenses como Iowa, UCLA y Berkeley. Esta misión se integra en un conjunto de iniciativas recientes como PUNCH y EZIE, que en conjunto ofrecen una visión completa de cómo fluye la energía desde el Sol a través del viento solar, hasta interactuar con la magnetosfera terrestre. Las sinergias entre estas tres misiones permitirán refinar modelos teóricos y mejorar la predicción del tiempo espacial, con implicaciones prácticas directas en las comunicaciones, la navegación por satélite y la protección de infraestructuras eléctricas.

TRACERS tiene como región prioritaria de observación las zonas llamadas “cúspides polares”, áreas donde las líneas del campo magnético terrestre se abren al espacio interplanetario, facilitando el ingreso de partículas energéticas. Estas regiones son esenciales para comprender la transferencia de energía del Sol a la Tierra. A diferencia de otras misiones que estudian estos fenómenos desde órbitas más altas o con trayectorias heliocéntricas, TRACERS operará desde una órbita baja terrestre, lo que le permitirá realizar observaciones locales de alta resolución. Este enfoque complementa las perspectivas globales ofrecidas por otras misiones como Solar Orbiter o la Parker Solar Probe, centradas en la estructura y la actividad solar en regiones más próximas al Sol.

Cada uno de los dos satélites de TRACERS está equipado con un conjunto de instrumentos diseñados para medir las fluctuaciones del campo magnético, el campo eléctrico y las partículas cargadas. Entre los instrumentos destacan los magnetómetros proporcionados por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y los analizadores de campo eléctrico desarrollados por la Universidad de California en Berkeley. Estas mediciones permitirán a los científicos trazar con precisión la evolución espacio-temporal de los procesos de reconexión magnética y su relación con la actividad solar, los cambios de polaridad del Sol y las eyecciones de masa coronal.

Una de las principales fortalezas de la misión es su configuración en tándem. Los dos satélites volarán separados por una distancia controlada, permitiendo obtener mediciones simultáneas en dos puntos diferentes del mismo fenómeno. Esta técnica permite diferenciar mejor las estructuras espaciales de las variaciones temporales, algo fundamental cuando se analizan procesos tan dinámicos como los que ocurren en la cúspide magnética terrestre. Además, este enfoque facilita la validación de modelos tridimensionales del entorno magnetosférico, contribuyendo a comprender la dinámica del plasma a escala planetaria.

TRACERS también constituye un hito en términos de eficiencia y aprovechamiento de recursos. La misión ha sido desarrollada bajo el programa Heliophysics Small Explorers (SMEX) de la NASA, que promueve el diseño de misiones científicas de menor coste pero con alta rentabilidad científica. A través de colaboraciones universitarias e institucionales, la misión no solo fomenta el avance del conocimiento, sino que también contribuye a la formación de nuevas generaciones de especialistas en física espacial, plasma magnetosférico e instrumentación avanzada.

Desde el punto de vista científico, TRACERS se centrará en responder algunas de las grandes preguntas abiertas sobre el acoplamiento Sol-Tierra: ¿cómo varía la tasa de reconexión magnética con el tiempo? ¿Qué condiciones determinan la eficiencia de esta transferencia energética? ¿Qué relación existe entre las perturbaciones detectadas en las cúspides y fenómenos más globales como las tormentas geomagnéticas o las auroras polares? Los datos recogidos permitirán abordar estas cuestiones desde una nueva perspectiva, integrando observaciones de alta resolución con simulaciones numéricas y modelos globales.

El desarrollo de TRACERS ha ido acompañado de la creación de una red internacional de cooperación científica, que permitirá compartir datos en tiempo real con observatorios terrestres y satélites en órbitas superiores. Esto abre la posibilidad de crear campañas coordinadas de observación entre múltiples instrumentos, lo cual mejorará la comprensión sincrónica de los eventos de reconexión. Además, los datos generados estarán disponibles públicamente, como es habitual en las misiones científicas de la NASA, fomentando la investigación abierta y colaborativa.

En resumen, el lanzamiento de TRACERS representa un avance estratégico en el estudio del entorno espacial terrestre y en nuestra capacidad para comprender los mecanismos que rigen el clima espacial. Al centrarse en la región donde convergen el campo magnético del planeta y el viento solar, esta misión ofrecerá información inédita sobre cómo se produce el intercambio de energía y materia entre el Sol y la Tierra. Su contribución será especialmente valiosa cuando se combine con los datos de otras misiones recientes, permitiendo construir un modelo integrado del sistema Sol-Tierra. A medida que avance la misión, TRACERS se consolidará como una pieza clave en el mosaico de exploraciones que forman la exploración del Sol en el siglo XXI.

Fram2: finaliza la primera misión espacial tripulada en órbita polar terrestre

La nave Crew Dragon Resilience finaliza la misión privada Fram2 tras realizar una órbita polar tripulada, superando el récord de inclinación orbital y completando varios experimentos en microgravedad

Con el amerizaje frente a la costa californiana de la cápsula Crew Dragon Resilience, concluyó la misión Fram2, la primera misión espacial tripulada que ha sobrevolado ambos polos terrestres. Esta misión de órbita polar ha alcanzado una inclinación orbital de 90º, lo que permite que el vehículo espacial pase sobre la totalidad de la superficie terrestre durante cada revolución, incluyendo las regiones polares. La trayectoria elegida contrasta con la habitual en vuelos tripulados, limitada por las inclinaciones menores como la de la Estación Espacial Internacional (51,6°), y establece un nuevo récord, superando incluso los 65,1° de la misión Vostok-6 de Valentina Tereshkova en 1963.

La duración total de la misión fue de cuatro días. Durante ese tiempo, los tripulantes observaron desde órbita diversas regiones del planeta desde una perspectiva poco frecuente para vuelos espaciales tripulados. Las condiciones orbitales también permitieron captar fenómenos como auroras boreales y australes de manera simultánea, un hecho poco habitual desde el espacio. La misión adoptó su nombre en honor al buque polar Fram, utilizado por exploradores noruegos como Nansen y Amundsen en sus expediciones a las regiones árticas y antárticas entre 1893 y 1912. Como parte simbólica de la misión, un fragmento de madera original del buque fue llevado al espacio a bordo de la cápsula.

La tripulación de Fram2 estuvo formada por el empresario Wang Chun, quien actuó como promotor y financiador principal de la misión. Chun, nacido en China, posee actualmente nacionalidad de Malta y de San Cristóbal y Nieves, lo que lo convierte en el primer astronauta en representación de ambos países. Vive en Noruega, país con el que también mantiene vínculos estrechos. Jannicke Mikkelsen, con doble nacionalidad británica y noruega, fue la comandante de la nave, lo que la convierte en la primera mujer noruega en alcanzar el espacio. La piloto Rabea Rogge ha sido reconocida como la primera astronauta alemana, mientras que Eric Philips, especialista de la misión y veterano explorador polar, se convierte en el primer astronauta en representar oficialmente a Australia, dado que los anteriores australianos que volaron con la NASA ya habían adoptado la ciudadanía estadounidense.

A lo largo de la misión se llevaron a cabo 22 experimentos científicos, muchos de ellos relacionados con la medicina en microgravedad y la observación de fenómenos atmosféricos. Entre ellos destaca la obtención de la primera imagen de rayos X tomada en el espacio, denominada informalmente “framografía”, en homenaje tanto a la misión como a la primera radiografía de la historia realizada por Wilhelm Röntgen en 1895. Esta iniciativa formó parte de un conjunto de pruebas médicas enfocadas en la viabilidad de diagnósticos rápidos durante vuelos espaciales de corta duración.

En términos operativos, Fram2 supuso también un ensayo para futuras misiones con recuperación en el Pacífico. Hasta ahora, los vuelos tripulados en cápsulas Crew Dragon habían finalizado sus trayectorias en el Golfo de México o la costa atlántica de Florida. Las condiciones meteorológicas más favorables del litoral californiano, junto con una mayor disponibilidad logística, han motivado a SpaceX a validar esta nueva zona de recuperación. Asimismo, los procedimientos post-amerizaje incluyeron una novedad operativa: todos los miembros de la tripulación abandonaron la cápsula por sus propios medios y caminaron sin asistencia hasta la zona médica del buque de recuperación, una práctica que podría estandarizarse en vuelos de perfil corto y baja exigencia física.

La cápsula utilizada fue Resilience, una de las unidades más veteranas del programa Crew Dragon. Esta fue su cuarta misión tripulada, habiendo participado previamente en Crew-1, Inspiration4 y Polaris Dawn. Para Fram2, volvió a incorporar el módulo de cúpula panorámica que se estrenó en la misión Inspiration4, ofreciendo a los tripulantes una vista amplia del planeta en todos los meridianos, en especial de las regiones polares, que son escasamente observadas desde la órbita.

La misión marca además un hito dentro del historial del programa Dragon, siendo la número 50 entre misiones de carga y tripuladas. El modelo operativo utilizado por Fram2 consolida un nuevo tipo de misión orbital que, sin tener como objetivo principal un destino específico como una estación espacial, permite realizar experimentación científica, observación terrestre y promoción internacional del acceso privado al espacio.

El perfil de Fram2 representa una tendencia emergente: vuelos orbitales breves impulsados por financiación privada, que permiten combinar objetivos técnicos, científicos y de comunicación. Aunque aún están fuera del alcance de la mayoría de instituciones científicas por su coste, estas misiones abren un nuevo escenario para el uso del espacio orbital como laboratorio y entorno de demostración tecnológica. En el caso concreto de Fram2, la combinación de patrocinio privado y objetivos operativos ha permitido validar procedimientos de navegación polar, observación terrestre en latitudes extremas y asistencia médica básica en órbita baja.

Regreso de la misión Crew-3 de la NASA

Ayer 6 de mayo amerizó la cápsula Crew Dragon Resilence frente a las costas de Florida tras 177 días en el espacio, dando por finalizada la misión Crew-3 a la Estación Espacial Internacional (ISS). A bordo viajaban los astronautas de la NASA Raja Chari, Tom Marshburn y Kayla Barron junto al astronauta de la ESA Matthias Maurer, todos miembros de la Expedición 67 de la ISS que aún continúa con los miembros de la Soyuz MS21 rusa y la Crew-4 estadounidense.

La Crew-3 despegó el pasado 11 de noviembre de 2011 y ha permanecido seis meses en el espacio. Para Marshburn esta ha sido su tercera misión en el espacio, acumulando un total de 337 días en órbita volando en tres naves diferentes: el transbordador, la Soyuz y la Crew Dragon. Para Chari, Barron y Maurer esta misión se trataba de su primer vuelo orbital. Durante su misión llevaron a cabo multitud de actividades científicas y de mantenimiento de la estación. Marshburn ha participado en una caminata espacial o EVA al igual que Maurer, mientras que Chari y Barron han realizado dos.

La Crew Dragon Resilence es la tercera de las cuatro naves tripuladas reutilizables construidas por SpaceX hasta el momento. Será revisafa y si todo va bien su próximo lanzamiento será para la misión Crew 5 planeada para octubre de este año.

Crew-3

11.11.2021

Lanzamiento

25.04.2022

Regreso

17 días 1h 48m

Duración

🇺🇸 Tom Marshburn
🇺🇸 Raja Chari
🇩🇪 Matthias Maurer
🇺🇸 Kayla Barron

Lanzamiento de la Crew-4 y acoplamiento en la ISS

La NASA junto con SpaceX puso en órbita el pasado miércoles desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, la nave Dragon Freedom con la tripulación de la misión Crew-4. Lanzada mediante un Falcon 9 reutilizable, a bordo viajan los astronautas de la NASA Kjell Lindgren, Bob Hines y Jessica Watkins, y la astronauta italiana de la ESA Samantha Cristoforetti.

Este es el 16º lanzamiento de un vector Falcon 9 de SpaceX y el 3º vuelo tripulado orbital de larga duración en lo que va de año. Además, es el primer vuelo de la nave Dragon Freedom de SpaceX y la cuarta construida de la flota tras Endeavour, Endurance y Resilence. Se trata además de la séptima misión tripulada de SpaceX. Tras el lanzamiento pudieron recuperar la primera etapa del lanzador que aterrizó en la barcaza A Shortfall of Gravitas completando su cuarto uso exitoso.

Tras 16 horas de viaje se han acoplado con éxito a la Estación Espacial Internacional, y han sido recibidos por el resto de la Expedición 67 formada por Thomas Marshburn, Raja Chari, Kayla Barron, Mathhias Maurer, Oleg Artemiev, Denis Marveiev y Serguéi Kórsakov. Los once tripulantes actuales permanecerán juntos unos días en órbita hasta que los miembros de la Crew-3 se desacoplen para regresar dentro de unos días.

Para Kjell Lindgren y Samantha Cristoforetti este será su segundo vuelo espacial mientras que Bob Hines y Jessica Watkins se estrenarán en la presente misión. Durante los próximos seis meses de misión llevarán a cabo numerosas investigaciones y experimentos científicos y tecnológicos en áreas como ciencia de materiales, tecnologías de la salud y ciencia de las plantas.