El pasado sábado 16 de octubre la sonda Lucy de la NASA despegó con éxito a bordo de un lanzador Atlas-V de ULA desde Cabo Cañaveral rumbo al sistema solar exterior para estudiar los asteroides troyanos durante los próximos 12 años y 4.000 millones de km.
Los asteroides troyanos son aquellos que se encuentran en los puntos de Lagrange L4 y L5 de la órbita de un planeta, en este caso de Júpiter, esto es, 60º por delante y 60º por detrás del gigante gaseoso. Aunque se les denomine también troyanos, a los que se encuentran en el punto L4 también se les denomina griegos o el grupo de Aquiles.

Para llegar hasta allí, la sonda deberá de realizar dos asistencias gravitatorias con nuestro planeta y en abril de 2025 realizará un encuentro con el asteroide Donaldjohanson del cinturón de asteroides (situado entre Marte y Júpiter). A continuación llegará al punto L4 donde sobrevolará los troyanos Eurybates (y su luna Queta) y Polymele en 2027 y Leucus y Orus en 2028. Después deberá realizar otra asistencia gravitatoria con la Tierra para llegar al punto L5 donde sobrevolará Patroclus y su luna Menoetius en 2033.

La misión, con un coste de 980 millones de dólares, es la 13º misión del programa de bajo coste Discovery de la NASA y la segunda misión del programa, tras la misión Juno a Júpiter, con destino al sistema solar exterior.
La sonda Lucy tiene una masa total de 1550 kg y cuenta con 3 instrumentos principales, derivados de otros ya usados en otras misiones anteriores: el instrumento L’RALPH que consta del espectrómetro y cámara infrarroja LISA y de la cámara a color MVIC, la cámara de alta resolución L’LORRI y el espectrómetro infrarrojo L’TES. Además de otras cámaras de navegación lleva el instrumento Lucy Radio para estudiar la masa de los cuerpos visitados.
Los asteroides troyanos son cuerpos heterogéneos de composiciones muy diferentes y algunos con órbitas inestables, que se creen fueron capturados después de la formación del sistema solar durante la migración planetaria hace 400 millones de años provocada por Júpiter y Saturno. Según el modelo de Niza, la teoría de formación del sistema solar más extendida, el caos reinó durante la formación temprana del sistema solar, y encontrar objetos con composiciones diferentes a los que se pueden encontrar en el cinturón de asteroides principal situado entre las órbitas de Marte y Júpiter refutaría en algún punto más esta teoría.


Lucy toma su nombre de los restos del ancestro humano de 3,2 millones de años de antigüedad encontrado en Etiopía hace medio siglo. El descubridor, Donald Johanson (quien da su nombre al primer objeto de estudio de esta misión) se inspiró en la canción de los Beatles «Lucy in the sky with diamonds» publicada en 1967 para nombrar al fósil. Por ello, se puede decir, que la misión de la sonda Lucy será la de investigar estos cuerpos «fósiles» del sistema solar y poder entender mejor cómo se formaron los planetas y la actual distribución del sistema solar. Doce años tiene por delante.
