Identificaron estas descargas analizando 28 horas de audio y señales eléctricas registradas por el micrófono SuperCam de Perseverance.

La primera detección directa de actividad eléctrica en Marte se ha obtenido con las grabaciones del micrófono SuperCam del rover Perseverance en el cráter Jezero. El análisis, publicado en Nature, identifica descargas triboeléctricas, un tipo de electrificación generado por el roce entre partículas sólidas, producidas por procesos que levantan polvo cerca de la superficie. Las señales acústicas y eléctricas extraídas de 28 horas de registro confirman que los campos eléctricos marcianos alcanzan niveles previstos por modelos anteriores, aunque nunca verificados in situ.
En total se han detectado 55 eventos en dos años marcianos. Las descargas aparecen durante vientos intensos, remolinos de polvo y frentes activos de tormenta. En dos ocasiones coincidieron con encuentros directos entre el rover y remolinos de polvo o dust devils. La fricción entre partículas de arena y polvo genera polarización y acumulación de carga, suficiente para provocar pequeñas rupturas del aire marciano. Aunque estas señales confirman la presencia de descargas, no existe ninguna imagen directa de relámpagos en Marte, ya que la baja densidad del aire y la poca energía de estos procesos dificultan su observación óptica.
Los frentes de tormenta son especialmente frecuentes en regiones como Jezero. Su recurrencia sugiere que la electrificación influye en el inicio del levantamiento de partículas, ya que reduce la fricción necesaria para que los granos se eleven. Este mecanismo puede modificar la dinámica del polvo y contribuir a eventos regionales o globales. La actividad eléctrica también afecta a la química superficial. Los campos pueden favorecer la producción de oxidantes como el peróxido de hidrógeno, relevantes para la degradación de compuestos orgánicos y para el ciclo del cloro marciano.
El estudio plantea implicaciones operativas. Las descargas registradas son de baja energía, pero su presencia obliga a considerar el efecto de los campos eléctricos en sistemas de comunicaciones y electrónica de futuras misiones. Algunos fallos históricos en sondas que operaron durante tormentas de polvo han sido atribuidos a fenómenos eléctricos, aunque sin evidencia directa en aquel momento.
Las detecciones obtenidas con Perseverance refuerzan la necesidad de desplegar instrumentos dedicados a la medición eléctrica. La mayor parte de los modelos atmosféricos se basa en observaciones remotas y en la dinámica del polvo, por lo que disponer de sensores específicos permitiría caracterizar la relación entre viento, partículas y descargas en distintos entornos. La electrificación por rozamiento también se considera un proceso posible en otros mundos con atmósferas raras y abundancia de partículas, como Venus o Titán.
El micrófono de SuperCam, diseñado inicialmente para registrar sonidos del entorno y el impacto del láser del instrumento, demuestra capacidad para captar señales atmosféricas de muy baja intensidad. La continuidad de la misión permitirá ampliar la muestra y analizar variaciones estacionales, topográficas o meteorológicas. Estos datos se integrarán en modelos de circulación global para evaluar si la actividad eléctrica pudo ser más intensa en el pasado marciano, cuando existían mayores contrastes térmicos y abundancia de tormentas.
La confirmación de descargas triboeléctricas in situ proporciona un marco experimental sólido para estudiar la interacción entre superficie y atmósfera. Este proceso se añade a otros fenómenos clave en Marte, como la movilidad del polvo, la evolución química de los sedimentos y la preservación de materiales orgánicos en regiones como el cráter Jezero, donde Perseverance continúa su campaña científica.
Referencias y más información
- Chide, B., et al. Detection of triboelectric discharges during dust events on Mars. 2025. Nature.



















