Ocho años han pasado desde que el rover Curiosity se posó suavemente sobre la superficie de Marte gracias a una novedosa maniobra de descenso denominada «SkyCrane», que consistía en descender los últimos metros suspendido por unos cables sobre una grúa voladora.

Desde el 6 de agosto de 2012, Curiosity ha recorrido más de 23 kilómetros, perforando 26 rocas y recogiendo seis muestras de suelo, revelando que el planeta fue en el pasado adecuado para la vida. Estudiar las texturas y composición de los estratos de rocas antiguas está ayudando a los científicos a reconstruir cómo el clima marciano cambió con el tiempo, perdiendo sus lagos y arroyos hasta convertirse en el desierto frío y yermo que es hoy.
El rover Curiosity es junto a la sonda Insight también de la NASA, las dos únicas misiones activas en la superficie del planeta rojo. En febrero de 2021 si todo va bien, amartizarán el rover Perseverance acompañado del mini helicóptero Ingenuity de la NASA y el rover chino de la misión Tianwen 1.