El programa de Servicios de Carga Lunar Comercial (CLPS) de la NASA nació con una ambiciosa premisa que es la de trasladar a la industria privada la tarea de entregar experimentos científicos y tecnología a la superficie lunar, reduciendo costos y fomentando el desarrollo de una economía lunar sostenible. A diferencia de los grandes programas tripulados como Artemis, CLPS apuesta por la rapidez y la innovación del sector comercial para realizar múltiples misiones con presupuestos ajustados. Sin embargo, los resultados hasta la fecha han sido, en el mejor de los casos, dispares.
El reciente aterrizaje de Athena, de Intuitive Machines, es solo el último ejemplo de los desafíos que enfrenta el programa. A pesar de lograr llegar a la Luna, el módulo terminó en una orientación incorrecta, repitiendo problemas similares a los de Odysseus, el primer aterrizador comercial en alunizar en 2024.
A esto se suma la fallida misión Peregrine de Astrobotic, que no logró llegar a la superficie debido a fallos en su sistema de propulsión. Si bien Blue Ghost, de Firefly Aerospace, mostró un desempeño más prometedor y se encuentra operativo actualmente, la tasa de éxito de las misiones CLPS hasta ahora ha estado lejos de lo ideal y son malas noticias para Intuitive Machines y su aterrizador Nova-C.
Estos contratiempos no deberían ser una sorpresa. CLPS se diseñó como un programa de alto riesgo, basado en la filosofía del «fracasar rápido y barato» para avanzar rápidamente en la exploración lunar. La NASA no ejerce un control estricto sobre el diseño y operación de los módulos de aterrizaje, a diferencia de misiones tradicionales más costosas y meticulosamente supervisadas. En teoría, esta estrategia permite probar múltiples enfoques tecnológicos en poco tiempo y aprender de los errores. Sin embargo, cuando los fracasos se acumulan y las misiones exitosas aún no demuestran un rendimiento confiable, la credibilidad del programa se resiente.
El problema fundamental de CLPS no es que las empresas privadas tengan dificultades técnicas, algo esperable en cualquier iniciativa de exploración espacial. El verdadero desafío es la falta de un margen de error aceptable dentro del programa. Si bien la NASA ha insistido en que estas misiones son experimentales y que los fracasos forman parte del proceso, el hecho es que cada error erosiona la confianza en la viabilidad del modelo comercial para la exploración lunar. Esto es especialmente preocupante cuando CLPS se vincula con Artemis, ya que los módulos de aterrizaje comerciales están destinados a convertirse en piezas clave del ecosistema lunar a largo plazo.

No obstante, hay razones para no descartar CLPS todavía. A pesar de los problemas iniciales, el programa sigue evolucionando y las empresas involucradas están acumulando experiencia crítica. Firefly Aerospace ha demostrado que es posible aterrizar de manera exitosa en el primer intento, lo que sugiere que la industria está empezando a encontrar soluciones. Además, la NASA ha ajustado su estrategia, otorgando contratos a empresas con propuestas más sólidas y aumentando la supervisión en algunos aspectos.
El futuro de CLPS dependerá de la capacidad de las empresas de aprender de sus errores y mejorar sus diseños rápidamente. También requerirá que la NASA mantenga un equilibrio entre su filosofía de bajo costo y la necesidad de obtener resultados confiables. La agencia se encuentra en un momento de cambios en su estrategia lunar, y es posible que CLPS tenga que redefinirse para adaptarse a nuevas prioridades, tras el cambio en la administración estadounidense.
Si el programa logra superar sus problemas iniciales y demostrar que las entregas a la Luna pueden volverse rutinarias, abrirá la puerta a una era de exploración lunar basada en modelos comerciales. Pero si las fallas continúan superando a los éxitos, CLPS podría terminar siendo un experimento fallido en la búsqueda de una nueva forma de explorar el espacio.

Las próximas misiones previstas del programa son para finales de este año. La empresa Astrobotic lanzará el módulo Griffin, más pesado que el Peregrine, en un lanzador Falcon Heavy de SpaceX en septiembre y la empresa Astrobotic intentará aterrizar con éxito su módulo Nova-C en octubre en un lanzador Falcon 9. Veremos si a la tercera va la vencida.
Misiones realizadas o en curso del Programa CLPS de la NASA:
| Empresa | Misión | Carga principal | Resultado |
|---|---|---|---|
| Astrobotic | Peregrine Mission 1 (2024) | 5 cargas científicas de la NASA + cargas comerciales | Fallida (fallo en la propulsión, no logró alunizar) |
| Intuitive Machines | IM-1 (Odysseus) (2024) | 6 cargas de la NASA, incluidas cámaras y un detector de hidrógeno | Parcialmente exitosa (aterrizaje inclinado, pérdida de contacto prematura) |
| Intuitive Machines | IM-2 (Athena) (2025) | Taladro PRIME-1 para extracción de hielo + carga científica | Parcialmente exitosa (aterrizaje en mala orientación, impacto en operaciones) |
| Firefly Aerospace | Blue Ghost Mission 1 (2025) | 10 instrumentos científicos de la NASA | Exitosa (alunizaje correcto, operación funcional) |
Más información:















