Mucho ha llovido desde que la sonda soviética Luna 3 (Lunik 3) fotografiara por primera vez la cara oculta de la Luna en octubre de 1959. Debido a que el movimiento de rotación lunar sobre sí misma y de traslación alrededor de la Tierra duran lo mismo, la Luna siempre nos muestra la misma cara.
La cara oculta de la Luna al tener una corteza más gruesa dificultó en las primeras etapas de su formación que se crearan las vastas llanuras planas que conocemos como «mares» que cubren la mayor parte de la cara visible. En la cara oculta predominan las cordilleras y cráteres siendo los mares Moscoiense (Mar Moscovita), Orientale (Mar Oriental) e Ingenii (Mar del Ingenio) los más destacados.

Tras los mapeos de las sondas orbitales lunares norteamericanas, soviéticas y japonesas ya tenemos un mapa global completo de la cara oculta de la Luna al igual que de la cara visible.
En la pasada semana el observatorio DSCOVR nos mostró la Luna ocultando nuestro planeta desde el punto de Lagrange L1 Tierra-Sol.

Impresionante ¿no?.
En noviembre del pasado año ya pudimos observar otra icónica imagen de nuestro planeta y de nuestro satélite, obtenido por la sonda china Chang’e 5 T1 en su vuelo circumlunar, pero no tan alucinante como la del satélite DSCOVR.

Por el momento no hay sondas programadas para el descenso y estudio de la superficie en la cara oculta, pero diversos artículos1 señalan que la Agencia Espacial China está pensando en enviar a la cara oculta una sonda gemela a la Chang’e 3 con un mini rover como el Yutu, dentro del Programa Chino de Exploración Lunar. Sería la primera vez que una sonda se posase en la cara oculta de la Luna. Estaremos atentos para ver si finalmente los chinos se deciden a ello.